Hyman P. Minsky

Hyman P. Minsky

En una economía donde la deuda pública es un activo importante en los libros de depósitos de emisión de los bancos, el hecho de que los impuestos deban ser pagados da valor al dinero de la economía

[Minsky, 1986]

Hyman P. Minsky fue un economista estadounidense de origen bielorruso nacido en 1919. Falleció en 1996.

Se graduó en matemáticas por la Universidad de Chicago (1941), hizo una maestría en Economía de la Universidad de Harvard en 1947 y allí también se doctoró en 1954.

Comenzó su carrera académica tras la Segunda Guerra Mundial, dando clases en la Brown University (1949-1957) y en Berkeley (1957-1965), antes de marcharse a la Washington University de San Luis, donde pasó el resto de su carrera y se retiró en 1990. Hasta su muerte, permaneció activo escribiendo e impartiendo conferencias en el Levy Economics Institute of Bard College, un think-thank fundado en 1986 que trabaja en generar respuestas en forma de políticas públicas eficaces a los problemas económicos que influyen profundamente en la calidad de vida de los ciudadanos, y que tiene a disposición gratuita de todo el mundo un archivo digital con gran cantidad de publicaciones de Hyman Minsky.

Su obra gira en torno a la hipótesis de la inestabilidad financiera, la proposición de que el capitalismo posee una naturaleza intrínsecamente inestable debido al modo en que funcionan los mercados financieros, y que no existe una tendencia a conseguir un crecimiento estable con pleno empleo, lo que le llevó a ser un ferviente defensor de la intervención del Gobierno y una de las voces más críticas de los cambios que promovían la desregulación de los mercados financieros impulsados por y desde Estados Unidos en la década de los 80 de la mano de Ronald Reagan. Minsky expuso sus ideas en dos libros, “John Maynard Keynes” (1975), un estudio clásico sobre el economista y sus contribuciones, y “Stabilizing an Unstable Economy” (1986), así como en más de cien artículos académicos.

En “”Stabilizing an Unstable Economy” Minsky expone la hipótesis de fragilidad financiera, la cual es en sí misma una crítica mordaz del keynesianismo “bastardo”. La inversión debe ser financiada y para ello son necesarios préstamos de los bancos, cuyos criterios de concesión varían a lo largo del ciclo, pasando de una laxitud excesiva a una severidad contraproducente, y volviendo nuevamente al exceso de laxitud. A medida que la economía empieza a recuperarse de una recesión y el recuerdo de la crisis anterior se debilita, los prestamistas se despreocupan por la capacidad de sus clientes para hacer frente a la devolución de sus préstamos, provocando con ello que la estructura financiera de las empresas pase de posiciones “cubiertas” a otras “especulativas”, y por último hacia posiciones “ponzi”.

Esta clasificación de las empresas en función de su capacidad de pago y la transición de un tipo a otro es fundamental en el argumento de Minsky. El primer tipo implica a aquellas empresas cuyo flujo de caja permite pagar las deudas contraídas, es decir, generan un flujo de ingresos suficiente como para devolver tanto los intereses como el principal del préstamo solicitado. El segundo engloba a empresas cuyo flujo de caja permite pagar los intereses de la deuda, pero no amortizar el principal, por lo que requieren refinanciamiento continuamente. Finalmente, en la empresa “ponzi” el flujo de caja no da siquiera para el pago de intereses de los préstamos, por lo que requieren aún mayor refinanciación que las especulativas, puesto que pide prestamos con los que pagar los intereses de préstamos anteriores.

Todo sistema financiero robusto, basado en empresas cubiertas, experimenta una tendencia natural a convertirse en un sistema financiero frágil, según Minsky, debido a los incentivos que supone el endeudamiento cuando la tasa de interés es inferior a la tasa de beneficios: mayor rentabilidad, posibilidad de inversión y revalorización de activos. La fase de euforia suele ir acompañada de sobrevaloración, apalancamiento y operaciones de compraventa rápidas. Conforme adquiere intensidad un boom económico, los prestatarios especulativos y ponzi empiezan a incumplir sus obligaciones de pago, los prestamistas piden la devolución de los préstamos existentes y empiezan a denegar la concesión de nuevos, cortando el gasto en inversión real. La liquidación de activos reales causa un colapso en los precios de los activos y representa un desincentivo mayor para la adquisición de nuevos bienes de capital en lo que se ha convenido en denominar “momento Minsky”. De este modo, la fragilidad financiera pasa a tener consecuencias económicas que en algunos casos como en 1929, acaban siendo desastrosas.

En ausencia de una pronta intervención de las autoridades monetarias (tales como el Banco Central) esta abrupta reversión de las artes de los bancos puede llevar al colapso del valor de las acciones, la contracción del crédito, la caída en la producción, el fuerte aumento del desempleo y el colapso de sistema económico. El momento Minsky es la culminación de un modelo de economía capitalista financializada, que no requiere de choques externos para generar los ciclos económicos, pero que tiene, paradójicamente, en su propio crecimiento de las semillas de la próxima crisis.

Una tercer libro de Minsky es “Can “it” Happen Again?” (1982), su colección más importante de ensayos, donde el “it” del título se refiere al Crack de 1929. Hasta que estallase la crisis financiera de 2007 no ha habido un creciente interés en las implicaciones de su obra, la cual ha tenido poca o ninguna influencia en la economía dominante y por tanto en las políticas que se han venido haciendo hasta hoy.

Pocos fueron sus discípulos, Steven Fazzari, Randal Wray, Rober Pollin y quizás Charles Kindleberger, aunque el impacto de Minsky en el desarrollo de la Economía postkeynesiana, especialmente en Estados Unidos, ha sido considerable, contribuyendo significativamente a la perspectiva estructuralista de la endogeneidad del dinero; y también en Reino Unido, donde ejerció una enorme influencia sobre su antigua alumna Victoria Chick, una de las teóricas monetarias postkeynesianas más importantes del país. Más recientemente, el economista postkeynesiano Steve Keen ha desarrollado modelos de crisis económicas endógenas basadas en su hipótesis de fragilidad financiera.

La población utiliza los depósitos bancarios como dinero, y los bancos utilizan los depósitos de la Reserva Federal dinero. Esta es la característica fundamental de la jerárquica de nuestro sistema de dinero y banca.