Opinión

La República Italiana y el Reino del Euro

Escrito por Redacción

Por Daniele Basciu, compañero de rete mmt

En el curso de las discusiones y razonamientos sobre qué hubiese debido ser “lo primero que se debía hacer” en un hipotético futuro gobierno que intentara salvar a Italia de la austeridad, Warren Mosler ha sugerido repetidamente que, simplemente, tendría que expandirse el gasto deficitario. Con la garantía (aunque no formalizada) del Banco Central Europeo sobre la deuda de los Estados miembros, esta habría sido la solución, simple y accesible en cualquier momento.

Pero en el trabajo y las palabras de Alain Parguez hemos encontrado, en muchas discusiones igualmente profundas, la razón por la cual esto no sucedería. Alain escribió y explicó que “la austeridad es la conditio sine qua non para ser tolerados en el Reino del Euro”.

Las dos posiciones, Mosler y Parguez, podrían parecer superficialmente irreconciliables, pero, paradójicamente, en el transcurso del tiempo ambas se enriquecieron con más elementos y el fortalecimiento de una hizo que la otra fuera aún más sólida.

Warren Mosler lleva tiempo presentando, en universidades y hasta en despachos institucionales italianos y europeos, varias propuestas técnicamente viables para arreglar el proyecto de la zona euro, resolver el estrangulamiento inducido de la economía en la zona del euro y el desempleo masivo.

La factibilidad de cada una de estas propuestas y el hecho de que con el tiempo las políticas económicas impuestas por la Eurozona a los estados miembros iban en la dirección opuesta e institucionalizaban cada vez más la austeridad, no hicieron más que evidenciar la verdad reportada por Alain Parguez.

Lo que sucedió en los últimos días, y el 27 de mayo en particular, es una prueba más de esta verdad. Las posiciones macroeconómicas de Paolo Savona no fueron ni pueden definirse como “progresistas” o “TMM”, como se argumentó en su momento. Sin embargo, y con el pleno conocimiento de lo que nos distancia, es innegable que el perfil de Savona era adecuado para una tarea ministerial, independientemente de las posiciones de política económica que luego desarrollara.

Pero hoy se ha institucionalizado y declarado que la Eurozona no puede ser criticada desde ninguna posición, ni por las posiciones de la red MMT, ni por posiciones más liberales. O más bien: quién es crítico, quién ha sido crítico (como Savona en el pasado), no puede tener acceso a las posiciones del gobierno, ni en el presente ni en el futuro, incluso si tiene una mayoría parlamentaria.

El euro y la austeridad que incorpora se manejan como una fe religiosa, con entrada reservada a los sacerdotes: el ex-comisario para la revisión del gasto público Cottarelli será recibido hoy, 28 de mayo, por el presidente de la República; el 21 de abril declaró: “si Mattarella llama, estoy listo”, y tal vez él no fuera el único que estaba “listo” para este día.

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