Publicado originalmente por nuestros compañeros de Rete MMT
Venimos diciéndolo desde hace tiempo. El paso está franco. El tabú se ha roto. El problema ahora solo es político.
La intervención de esta mañana de Christine Lagarde en el Parlamento Europeo vuelve aún más difícil esconder que el déficit es la solución y no el problema. Hemos pasado de un relato según el cual el déficit era un problema de por sí, un obstáculo a la economía, un peso a cargo de las generaciones futuras, a la admisión de que es lo que funciona pero que solo lo impiden los Tratados Europeos.
Hay afirmaciones que quedarán para la Historia, como estas de la Presidenta del BCE de hoy: « The European Central Bank could “neither go bankrupt nor run out of money” » es decir « El Banco Central Europeo “ni puede quebrar ni quedarse sin dinero”» y añade «incluso si tuviese que asumir pérdidas sobre el montón de obligaciones por muchos millardos de euro que ha adquridio en el ámbito de sus programas de estímulo».
Proponer la cancelación de la deuda como ha hecho David Sassoli, Presidente del Parlamento Europeo, significa no comprender en absoluto el funcionamiento de la moneda fiat. Pero la propuesta de Sassoli va en la justa dirección porque tiene el mérito de haber abierto el debate sobre lo que ha sido siempre un tabù.
La pregunta del diputado Zanni hoy ha obligado a Christine Lagarde a decir que la cancelación de la deuda está proscrita por los Tratados Europeos (que ella respetará).
El problema no es técnico, sino político.
Hay un camino para crear las condiciones para la recuperación y combatir la emergencia Covid. Los Tratados impiden que ocurra.
No nos ofrezcan más cuentos, el camino se abre ante nosotros y hoy se ha añadido otro ladrillo.